Durante los meses de verano aumentan las comidas al aire libre, así como el riesgo de sufrir intoxicaciones alimentarias, lo que obliga a extremar la vigilancia para evitar contratiempos.
Disfrutar de los alimentos en un entorno agradable, como la playa o el campo, obliga a actuar de forma adecuada para evitar posibles incidentes. Debe tenerse en cuenta, sobre todo, las normas de higiene durante la preparación de la comida, el tiempo que transcurre entre que se prepara la comida y se consume, y mantener la cadena de frío, ya que las altas temperaturas son las grandes aliadas del crecimiento microbiano.
Los alimentos deben trasladarse de forma segura, por ejemplo en conservadoras que mantienen la temperatura de refrigeración.
El orden en el que guardamos los alimentos y las bebidas en las conservadoras, es clave para optimizar la temperatura y evitar enfermedades transmitidas por alimentos (ETA).
La función principal de la conservadora es mantener la temperatura, no enfriar los alimentos.
Por ello, seguí las siguientes recomendaciones:
1 Colocá en el fondo los alimentos crudos (carne, hamburguesas, pollo, pescado, etc.)